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    Alíviate Consultorio Alternativo aconseja preparar la comida en casa. Así usted podrá tener control de lo que consume.




    De la elección de la comida va a depender la energía que su labor necesita, y por su puesto su buen estado de humor; de ahí la importancia de mantener una alimentación balanceada en el trabajo. Y no es para menos. Por lo general, un trabajador experimenta una jornada laboral diaria de ocho horas, una suma equivalente a 40 horas semanales. Ante este panorama, elegir una dieta que se ajuste a las necesidades de la persona se constituye como, no solo un aporte energético vital para el organismo, sino también como una fuente esencial de la calidad de vida de un trabajador en su rutina.

    “Los horarios continuos y la carga laboral son las excusas de las personas para comer a deshoras o saltarse las comidas principales, esto después se evidencia en incapacidades médicas, por casos asociados a la hipertensión, la diabetes, riesgos cardiovasculares y problemas digestivos frecuentes como el colon irritable y la gastritis”.

    Estas son algunas recomendaciones y consejos sobre la preparación de una “coca” sana y equilibrada para la semana que le ayudará a permanecer activo y saludable. Una decisión que, sin duda, su cuerpo le agradecerá.

     Esta dieta esta dirigida a personas que trabajan en oficinas y cuya labor es más ejecutiva y no hay tanto gasto energético. (Será diferente para un obrero, por ejemplo, obviamente)



    Lunes
    Media mañana: una manzana verde.
    Almuerzo: un rollito hecho con tortillas integrales rellenas de pollo o carne desmechada, queso y variedad de ensaladas. Estos alimentos se deben acompañar preferiblemente con agua.
    Media tarde: Un puñado de almendras con infusión de manzanilla.

    Martes
    Media mañana: porción de papaya.
    Almuerzo: garbanzos con pimentones asados y espinaca, arroz con ajonjolí y una ensalada de aguacate con mango. Acompañar con agua con limón.
    Media tarde: dos galletas de arroz con mantequilla de maní y agua con limón. Los altos niveles del proteína del pollo y la concentración de ácidos grasos del pescado hacen de estos alimentos una buena opción para el almuerzo.

    Miércoles
    Media mañana: porción de piña.
    Almuerzo: filete de salmón o sierra a la plancha, papas o yuca cocidas o al horno y una ensalada de aguacate, tomate, lechuga y maíz. Acompañar con agua.
    Media tarde: puñado de pistachos con infusión de hierbabuena.

    Jueves
    Media mañana: una mandarina.
    Almuerzo: tahine + pan pitta + tabhule, con boronia (mezcla de puré de berenjena con puré de plátano maduro) y zucchini salteado con zanahorias.
    Media tarde: un puñado de frutos secos con infusión de albahaca.

    Viernes
    Media mañana: una granadilla.
    Almuerzo: pechuga de pollo rellena de espinaca y queso, cascos de papa con albahaca y ensalada de espinaca, tomates secos y cebolla caramelizada.

    Media tarde: 2 galletas de maíz tostado con mantequilla de maní y jugo verde. (piña apio y espinaca)