Índice

    LOS CAMPOS MAGNÉTICOS UN TRATAMIENTO SIN EFECTOS COLATERALES.


    Efecto contra el dolor (analgésico) – El campo magnético pulsante de baja frecuencia condiciona, gracias a la inducción, la formación de corriente en las fibras nerviosas que imposibilita el paso de impulsos dolorosos desde el lugar afectado a través de la médula espinal hasta los centros del cerebro y, a consecuencia de este proceso y de otros mecanismos (la formación elevada de endorfinas, represión de la inflamación y de edema, miorelajación), se logra mitigar el dolor. La expulsión de endorfinas elevada y la regulación del movimiento de iones cálcicos a través de la membrana celular contribuyen también a la vasodilatación, efecto analgésico y tranquilizado. Tras la aplicación del campo magnético pulsante de baja frecuencia se demostró una actividad elevada de la lactato-deshidrogenasa en los músculos expuestos (condiciona la eliminación del ácido láctico que provoca los receptores nerviosos y causa dolor). Los aparatos de campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia demostraron efectos analgésicos muy positivos en los síndromes dolorosos radiculares (de raíz) y pseudo radiculares (ciáticas, presiones nerviosas por motivos diversos). El efecto analgésico es el efecto básico por el cual la magnetoterapia se aplica en la mayoría de las personas. Se utiliza en toda una serie de enfermedades degenerativas del sistema motriz, estados post-accidentales y post-operativos.

    Efecto de miorelajación (liberación de calambres/espasmos) – Alivio del sistema musculoso-esquelético– con la actuación del campo magnético pulsado de baja frecuencia se acelera la expulsión de metabolitos ácidos (mediante una mejor perfusión y mayor actividad del lactato deshidrogenasa) que causan irritaciones dolorosas en los músculos y en las zonas de inflamaciones crónicas. De esta forma se mitiga el dolor y se liberan los espasmos musculares dolorosos (contracturas). Se ha demostrado además una significativa deceleración de los conductos nerviosos en las extremidades inferiores de deportistas, fenómeno que también contribuye a la miorelajación (relajación de músculos). El efecto miorelajante en los músculos de la espalda (musculatura paravertebral de rayas oblicuas que rodea la columna) por los equipos de campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia mitiga una serie de molestias, como por ejemplo la columna vertebral anquilosada, dolores de cabeza, mareos, insuficiencia auditiva, movilidad limitada, dolores lancinantes en las extremidades, etc. El efecto miorelajante en la musculatura fina ayuda en estados de cólicos y en una relajación del sistema musculoso-esquelético, que es una condición indispensable en el tratamiento de todos los estados dolorosos del sistema motriz.


    Efecto anti edema (con acción anti-hinchazón) – La aceleración del metabolismo tras la aplicación del campo magnético pulsante de baja frecuencia permite una reabsorción de edemas más rápida y en la zona determinada, al mismo tiempo, se produce una significativa actuación antiinflamatoria y anti edema.
    Colocamos uno de los aplicadores del equipo los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia encima de la zona afectada (por ejemplo el tobillo dislocado) y después de estimulaciones reiteradas de 30 a 45 minutos 3 veces al día se consiguen resultados considerables en el alivio de edemas y dolor. El efecto anti edema y antiinflamatorio se puede aplicar bien en catarros de las vías respiratorias superiores, inflamaciones de las cavidades, inflamaciones de las encías, constipaciones alérgicas, etc.

    Vasodilatación (incremento del riego sanguíneo) – El campo magnético pulsante de baja frecuencia influye con su carga positiva en la polarización de los glóbulos rojos. Actúa contra el llamado fenómeno de Rouleaux (de eritrocitos), como resultado de la terapia, los eritrocitos son re dispersados, de esta forma aumenta su capacidad de unir el oxígeno. La sangre que ha pasado por el campo magnético manifiesta una capacidad de ligar oxígeno mucho mayor (recupera mejor el oxígeno). La polarización de los glóbulos influye en la tonicidad muscular de vasos, arterias y vasos capilares. Éstos se amplían (vasodilatación) consiguiendo así tanto un abastecimiento perfecto de los tejidos con sangre oxigenada y nutrientes como una eliminación más rápida de sustancias tóxicas fuera de las células. Aumenta considerablemente la presión parcial de oxígeno. El campo magnético pulsado de baja frecuencia influye positivamente en la plasticidad de los glóbulos. Los glóbulos más elásticos se adaptan mejor a los “obstáculos” en el lecho vascular. Con la influencia del campo magnético pulsado de baja frecuencia se reduce al mismo tiempo el riesgo de formación de cuajarones de sangre (trombos). Durante la actuación del campo magnético pulsado de baja frecuencia se activa el sistema parasimpático y se fomenta el flujo de iones Ca2+ relajando los músculos vasculares (principalmente de los esfínteres pre capilares) con la consecuente vasodilatación. Todo esto tiene influencia en la armonización de la actividad cardíaca, circulación y tensión arterial. El campo magnético pulsado de baja frecuencia funciona bien para combatir la cardiopatía isquémica y enfermedades isquémicas de las extremidades, las úlceras varicosas que no sanan así como todas las alteraciones del riego sanguíneo. No se produce la recanalización de los vasos ya cerrados, sino que se amplía considerablemente el lecho colateral en la piel y en el tejido muscular. El efecto de vasodilatación se utiliza en todas las enfermedades del sistema vascular donde se dificulta el paso de la sangre oxigenada, es decir en las enfermedades isquémicas de las extremidades, corazón y cerebro. Es decir en todas aquellas partes donde un mayor abastecimiento de oxígeno ayude a curar y mejorar la función del tejido y de los órganos, actuando al mismo tiempo como antiinflamatorio.

    Efecto de desintoxicación (depurativo) – Efectos estimulantes sobre el metabolismo – el campo magnético pulsante de baja frecuencia penetra de manera uniforme en el tejido expuesto, es decir en cada célula, e impulsa aquí corrientes eléctricas débiles. De esta forma se producen cambios de los potenciales superficiales de las células, cambios en la permeabilidad de las membranas celulares, incremento del riego sanguíneo, oxigenación, abastecimiento de nutrientes y mejora la eliminación de desechos metabólicos de los tejidos expuestos, lo cual es la condición fundamental de cada proceso de curación. Un metabolismo más intenso, Ia eliminación y desintoxicación de desechos son el comienzo de los procesos curativos y regenerativos. Por ejemplo, la actuación de uno de los equipos los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia sobre la zona del hígado estimula su actividad y así acelera y realza los procesos de la desintoxicación en todo el organismo. Los efectos locales los logramos al acercar el aplicador a la zona afectada – músculo, articulación, columna, etc. Usando un aplicador pequeño alcanzamos un efecto local más fuerte gracias a una inducción mayor, en cambio sí usamos un aplicador con una superficie de aplicación mayor, aunque la inducción es más baja, alcanzamos un efecto estimulante metabólico positivo más extenso. Este efecto se manifiesta positivamente en toda una serie de enfermedades y estados. Por ejemplo: en las enfermedades del metabolismo, como la diabetes y la podagra, en la regeneración de tejidos tras infecciones – inflamación del hígado, mononucleosis, daños tóxicos de los tejidos. También se puede utilizar en eczemas y otras alergias.

    Aceleración de la curación y regeneración – Este efecto se ha demostrado en los huesos y en los tejidos blandos y se ha explicado como una irritación no específica de la membrana citoplasmática cuando se activa la cadena metabólica, cuyo punto clave es el cambio de relación cAMP/cGMP, así como la elevada actividad osteoclástica en el caso de la curación de los huesos. El CMP de baja frecuencia acelera considerablemente la curación, activa la formación del tejido nuevo (rápida construcción del tejido óseo y calcificación) y aumenta la sensibilidad a la parathormona. El campo magnético pulsado de baja frecuencia se utiliza por este motivo para acelerar la curación de fracturas, pseudo artrosis (osteomielitis), para reforzar las endo prótesis sueltas y dolorosas. Bajo la influencia del campo magnético pulsado de baja frecuencia aumenta el nivel de proteoglicanos del cartílago hasta un 22 % (según el Sr. Chvojka) posibilitando así la curación y regeneración del cartílago, cuyo tratamiento de otra manera podría resultar difícil o limitado. La aceleración de la curación ha sido demostrada no solamente en los huesos, sino también en los tejidos blandos. los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia influyen positivamente tanto en las inflamaciones estériles (enfermedades reumáticas) como en las inflamaciones microbianas y en su curación. Inducen una actividad fagocitaria elevada, incluida la producción de superóxido que suprime la flora microbiana, pero puede ser al mismo tiempo el origen de un empeoramiento temporal del estado reumático durante las primeras aplicaciones. La consiguiente activación de la enzima superóxido dismutasa es calmante y favorece a la curación. Especialmente buenos resultados se han conseguido en los síndromes radiculares (de raíz) y pseudo radiculares (ciática, nervios oprimidos por motivos diversos). El efecto curativo y regenerativo es una recapitulación de otros efectos fomentando la capacidad natural del organismo de curar y regenerar.  La expulsión de endorfinas elevada y la regulación del movimiento de iones cálcicos a través de la membrana celular contribuyen también a la vasodilatación, efecto analgésico y tranquilizado. Tras la aplicación del campo magnético pulsante de baja frecuencia se demostró una actividad elevada de la lactato-deshidrogenasa en los músculos expuestos (condiciona la eliminación del ácido láctico que provoca los receptores nerviosos y causa dolor). los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia demostraron efectos analgésicos muy positivos en los síndromes dolorosos radiculares (de raíz) y pseudo radiculares (ciáticas, presiones nerviosas por motivos diversos). El efecto analgésico es el efecto básico por el cual la magnetoterapia se aplica en la mayoría de las personas. Se utiliza en toda una serie de enfermedades degenerativas del sistema motriz, estados post-accidentales y post-operativos. 


    Efecto de miorelajación (liberación de calambres/espasmos) – Alivio del sistema musculoso-esquelético – con la actuación del campo magnético pulsado de baja frecuencia se acelera la expulsión de metabolitos ácidos (mediante una mejor perfusión y mayor actividad del lactato deshidrogenasa) que causan irritaciones dolorosas en los músculos y en las zonas de inflamaciones crónicas. De esta forma se mitiga el dolor y se liberan los espasmos musculares dolorosos (contracturas). Se ha demostrado además una significativa deceleración de los conductos nerviosos en las extremidades inferiores de deportistas, fenómeno que también contribuye a la miorelajación (relajación de músculos). El efecto miorelajante en los músculos de la espalda (musculatura paravertebral de rayas oblicuas que rodea la columna) por los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia mitiga una serie de molestias, como por ejemplo la columna vertebral anquilosada, dolores de cabeza, mareos, insuficiencia auditiva, movilidad limitada, dolores lancinantes en las extremidades, etc. El efecto miorelajante en la musculatura fina ayuda en estados de cólicos y en una relajación del sistema musculoso-esquelético, que es una condición indispensable en el tratamiento de todos los estados dolorosos del sistema motriz. 

    Efecto anti edema (con acción anti-hinchazón) – La aceleración del metabolismo tras la aplicación del campo magnético pulsante de baja frecuencia permite una reabsorción de edemas más rápida y en la zona determinada, al mismo tiempo, se produce una significativa actuación antiinflamatoria y la acción anti edema.
    Colocamos uno de los aplicadores de los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia encima de la zona afectada (por ejemplo el tobillo dislocado) y después de estimulaciones reiteradas de 30 a 45 minutos 3 veces al día se consiguen resultados considerables en el alivio de edemas y dolor. El efecto anti edema y antiinflamatorio se puede aplicar bien en catarros de las vías respiratorias superiores, inflamaciones de las cavidades, inflamaciones de las encías, constipaciones alérgicas, etc. 



    Vasodilatación (incremento del riego sanguíneo) El campo magnético pulsante de baja frecuencia influye con su carga positiva en la polarización de los glóbulos rojos. Actúa contra el llamado fenómeno de Rouleaux (de eritrocitos), como resultado de la terapia, los eritrocitos son re dispersados, de esta forma aumenta su capacidad de unir el oxígeno. La sangre que ha pasado por el campo magnético manifiesta una capacidad de ligar oxígeno mucho mayor (recupera mejor el oxígeno). La polarización de los glóbulos influye en la tonicidad muscular de vasos, arterias y vasos capilares. Éstos se amplían (vasodilatación) consiguiendo así tanto un abastecimiento perfecto de los tejidos con sangre oxigenada y nutrientes como una eliminación más rápida de sustancias tóxicas fuera de las células. Aumenta considerablemente la presión parcial de oxígeno. El campo magnético pulsado de baja frecuencia influye positivamente en la plasticidad de los glóbulos. Los glóbulos más elásticos se adaptan mejor a los “obstáculos” en el lecho vascular. Con la influencia del campo magnético pulsado de baja frecuencia se reduce al mismo tiempo el riesgo de formación de cuajarones de sangre (trombos). Durante la actuación del campo magnético pulsado de baja frecuencia se activa el sistema parasimpático y se fomenta el flujo de iones Ca2+ relajando los músculos vasculares (principalmente de los esfínteres pre capilares) con la consecuente vasodilatación. Todo esto tiene influencia en la armonización de la actividad cardíaca, circulación y tensión arterial. El campo magnético pulsado de baja frecuencia funciona bien para combatir la cardiopatía isquémica y enfermedades isquémicas de las extremidades, las úlceras varicosas que no sanan así como todas las alteraciones del riego sanguíneo. No se produce la recanalización de los vasos ya cerrados, sino que se amplía considerablemente el lecho colateral en la piel y en el tejido muscular. El efecto de vasodilatación se utiliza en todas las enfermedades del sistema vascular donde se dificulta el paso de la sangre oxigenada, es decir en las enfermedades isquémicas de las extremidades, corazón y cerebro. Es decir en todas aquellas partes donde un mayor abastecimiento de oxígeno ayude a curar y mejorar la función del tejido y de los órganos, actuando al mismo tiempo como antiinflamatorio. 

    Efecto de desintoxicación (depurativo) – Efectos estimulantes sobre el metabolismo – el campo magnético pulsante de baja frecuencia penetra de manera uniforme en el tejido expuesto, es decir en cada célula, e impulsa aquí corrientes eléctricas débiles. De esta forma se producen cambios de los potenciales superficiales de las células, cambios en la permeabilidad de las membranas celulares, incremento del riego sanguíneo, oxigenación, abastecimiento de nutrientes y mejora la eliminación de desechos metabólicos de los tejidos expuestos, lo cual es la condición fundamental de cada proceso de curación. Un metabolismo más intenso, Ia eliminación y desintoxicación de desechos son el comienzo de los procesos curativos y regenerativos. Por ejemplo, la actuación de los campos magnéticos pulsantes sobre la zona del hígado,  estimula su actividad y así acelera y realza los procesos de la desintoxicación en todo el organismo. Los efectos locales los logramos al acercar el aplicador a la zona afectada – músculo, articulación, columna, etc. Usando un aplicador pequeño alcanzamos un efecto local más fuerte gracias a una inducción mayor, en cambio sí usamos un aplicador con una superficie de aplicación mayor, aunque la inducción es más baja, alcanzamos un efecto estimulante metabólico positivo más extenso. Este efecto se manifiesta positivamente en toda una serie de enfermedades y estados. Por ejemplo: en las enfermedades del metabolismo, como la diabetes y la podagra (gota), en la regeneración de tejidos tras infecciones – inflamación del hígado, mononucleosis, daños tóxicos de los tejidos. También se puede utilizar en eczemas y otras alergias. 



    Aceleración de la curación y regeneración – Este efecto se ha demostrado en los huesos y en los tejidos blandos y se ha explicado como una irritación no específica de la membrana citoplasmática cuando se activa la cadena metabólica, cuyo punto clave es el cambio de relación cAMP/cGMP, así como la elevada actividad osteoclástica en el caso de la curación de los huesos. El CMP de baja frecuencia acelera considerablemente la curación, activa la formación del tejido nuevo (rápida construcción del tejido óseo y calcificación) y aumenta la sensibilidad a la parathormona. El campo magnético pulsado de baja frecuencia se utiliza por este motivo para acelerar la curación de fracturas, pseudo artrosis (osteomielitis), para reforzar las endo prótesis sueltas y dolorosas. Bajo la influencia del campo magnético pulsado de baja frecuencia aumenta el nivel de proteoglicanos del cartílago hasta un 22 % (según el Sr. Chvojka) posibilitando así la curación y regeneración del cartílago, cuyo tratamiento de otra manera podría resultar difícil o limitado. La aceleración de la curación ha sido demostrada no solamente en los huesos, sino también en los tejidos blandos. los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia influyen positivamente tanto en las inflamaciones estériles (enfermedades reumáticas) como en las inflamaciones microbianas y en su curación. Inducen una actividad fagocitaria elevada, incluida la producción de superóxido que suprime la flora microbianas, pero puede ser al mismo tiempo el origen de un empeoramiento temporal del estado reumático durante las primeras aplicaciones. La consiguiente activación de la enzima superóxido dismutasa es calmante y favorece a la curación. Especialmente buenos resultados se han conseguido en los síndromes radiculares (de raíz) y pseudo radiculares (ciática, nervios oprimidos por motivos diversos). El efecto curativo y regenerativo es una recapitulación de otros efectos fomentando la capacidad natural del organismo de curar y regenerar cualquier tejido dañado.